Hígado con destino a Houston. Así se llama mi último éxito. Cuatro acordes mal dados y palabras vacías, pero con un estribillo pegadizo y un buen título lo tienes hecho. Nunca he estado en Houston y con tantas birras mi hígado no está para viajes. Pero ahí está la magia, no tiene que ser cierto para cantarlo convencido ¿no? Como aquel otro temazo sobre el asesinato del gilipollas que tuve de compañero de pupitre toda mi puta infancia. El que se titula “Soy inocente”.
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