Muchos estuvieron entre sus manos: gordos, delgados, interesantes, divertidos, misteriosos, sarcásticos, aburridos…
De algunos recordaba nombre, incluso apellidos, pero de otros ni siquiera una palabra de lo que habían querido decirle. Supondría un gran esfuerzo tratar de enumerarlos.
No llegó hasta el final con todos, pero eso no les impidió entrar en casa. Varios fueron de una sola noche, y aunque pocos consiguieron quitarle el sueño, siempre tuvo un favorito; que nunca se cansó de releer.