“No hay tiempo que perder” se dice mientras recoge el cinturón del suelo procurando no hacer ruido.

La luz de la reciente luna le ayuda a encontrar los calcetines camuflados con el parqué. “Es cierto que el exceso de pelo parecía excitarla pero dudo mucho que las uñas y los colmillos tuvieran el mismo efecto“ piensa con tristeza mientras cierra con sigilo la puerta.

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